TOQUE DIABóLICO
Ire escribiendo las vicisitudes de este suceso terrible de la forma en que lo permitan mis posibilidades, y revelaré el mensaje en el momento del relato que corresponda.
La evocación torturante del terror que llegará implacable con las sombras, atormenta sin sosiego la existencia de mis horas de Sol, aguardando lo que inevitablemente sucederá en las profundidades de la noche callada.
Estoy absolutamente imposibilitado de impedir ese extrañisimo y aberrante fenómeno que ocurrirá indefectiblemente cuando lleguen las sombras.
Así es desde el primer y sorpresivo "ataque".
Allí en mi alcoba y siempre a la misma hora es cuando comienzan esos terribles momentos en que permanezco paralizado y aislado.
Una fuerza se apodera de mi voluntad controlando mi sistema nervioso. Una entidad, un ser, una tenaz maldad o un espanto, de cuyo origen no puedo imaginar la procedencia.
Es todo esto inexplicable y oscuro, y me produce escalofrios el pensar que sea algo sobrehumano lo que en mi habitación a esa hora de la noche, me somete a la postración sin poderme resistir ni poder evitarlo, y lleva a mi conciencia al extremo de los mas atroces terrores.
Ante la angustia extrema es posible que los mecanismos de defensa de la mente, en forma instintiva para protegernos del mal que pueda herirnos, recurran a la experiencia de situaciones anteriores donde nos hemos sentidos amparados, protegidos y a salvo de las acechanzas del miedo cuando se trataba de nuestros propios fantasmas que nos amenazaban o de poderes extraños que realmente nos atacaban.
Pero hasta ahora esos mecanismos no han aparecido.
Tentáculos impalpables y misteriosos se adueñan de mi voluntad, de mis actos, de mis movimientos; y la parálisis que me invalida por las noches, esté o no en mi cama recién revierte muy pasado el amanecer.
La comprensión que me da la experiencia me ha persuadido de lo inútil que resulta llevar a cabo la idea de evitar esta horrible ordalía.
Transcurre mi vida con la angustia de saber que serán triviliales los pesares de la ansiedad del día comparados con los tormentos que llegaran con la oscuridad.
No tengo otra idea que ocupe mi atención, que el pensamiento obsesivo de mi extraña tragedia.
Los amigos disimulan su estupor ante mi estado de profunda alteración, y son cada dia mas forzadas mis esporádicas sonrisas.
Y la aplastante depresión de mi ánimo impide cualquier distracción, esparcimiento o algún momento de sosiego.
Mi reservorio de libido parece extinguido y mis apetencias sexuales poco existen, así como tampoco me mueven mís inquietudes intelectuales, mi interés politico o mis preferencias atísticas de cualquier tipo.
Todo comenzó hace poco mas de un mes, sin antecedentes, avisos o preavisos.
Fue la noche del "ataque", que llegó irreversiblemente para quedarse.
Nada en absoluto me hacia pensar en algo fuera de lugar ya que fue una jornada normal, rutinaria, ni mejor ni peor que cualquier otra.
Y no considero de manera alguna que no soy un hombre normal. Hago las mismas cosas que la gente típicamente vulgar, marcho dócil como cualquier burgues o como los caminantes que cruzo en mi andar, y miraba los partidos de fútbol que miraban y miran habitualmente los aficionados.
Tal vez me distingan de la generalidad mis reflexiones positivas sobre los beneficios del asesinato rapido, claro, e higienico...
Pero me ha ocurrido algo extraño, que no le ocurre habitualmente a la gente.
Cumplo funciones de muy mediana jerarquía...un burócrata como todos los burócratas...
Pero aquella noche, supongo me convertí en el mas extraño de todos ellos.
Cuando levanté las frazadas para acostarme nada me hacia suponer lo que iba a ocurrir, todo era habitual.
Me esperaba el periódico sobre la mesa de luz y un volumen de "El jugador" de Dostoievski, que en alguna oportunidad releo.
La gente que esté advertida de la personalidad del escritor ruso y sepa la causa principal de su eterna tragedia, conoce sin duda el significado de la cuestión a la que me estoy refiriendo en este momento.
Soy un jugador irreversiblemente compulsivo como el ruso y esa adicción me sumerge en graves problemas en algunas oportunidades.
Existen fármacos antagónicos de los opiáceos como el malmefeno que han resultado eficaces en el tratamiento del juego compulsivo...pero que tambien han fracasado...
El asesinato tambien es eficaz en muchas eventualidades...pero tambien en muchos casos fracasa catastroficamente...
Cuando me cubrí con sábanas y mantas para entregarme al descanso, sin anuncio, mi tragedia sucedió.
Abruptamente comenzarón mis temblores. Pasé de una confortable tibieza a un frío desagradable y el sudor gélido que brotaba de mis poros acentuaba el tiritar.
La náusea me acosaba y al pretender erguirme, estando paralizado en la cama, el vómito estalló.
Sobrevino la penumbra sin que yo tocara la perilla.
Con el transcurrir del tiempo, supe que lo mismo ocurriría a diario y a la misma hora; me envolverían las tinieblas y el silencio mas profundo...y estaria condenado a una absoluta inmovilidad.
El silencio de mi umbrosa habitación se tragó hasta el mas minimo sonido de la noche.
Y mi febril imaginación concibió en ese momento la aparición de un universo paralelo en mi habitación, notablemente distinto al mundo exterior.
Tenia plena conciencia, pero me era totalmente imposible mover un solo dedo.
Mi primera intención fue encender la luz, pero el movimiento no respondió.
En muy poco tiempo me percaté de la ausencia de sonidos tipicos de una calle urbana. Bocinazos, voces, sirenas, risas y murmullos ininteligibles.
Lo que reafirmaba mi idea disparatada de la existencia de un mundo distinto en el exterior al del lugar donde me encontraba.
Percibía el silencio abrumador desde la oscuridad, empapado por el vómito, y desde la tremenda angustia que aportaba la imposibilidad de moverme.
Nadie que no lo haya vivido puede concebir la desesperación de encontrarse de un monento a otro, postrado como una marioneta con las cuerdas rotas y con toda su conciencia en total alerta.
El silencio inconmovible que se apoderaba de todo lo que fuera exterior al ámbito de la habitación donde estaba abatido, potenciaría y afinaria seguramente cualquier sonido que se produjera en el interior.
En efecto, de pronto me apartó de mis siniestras cavilaciones un roce suave y extraño sobre la cama donde estaba acostado.
Era un chirrido como de uñas deslizándose suavemente por la superficie de las sábanas.
Todos los vestigios potenciales de paranoia que encerraban mi mente estallaron en una horrible sensación de la mas repugnante aracnofobia, que me llevó a los extremos mas angustiantes de una profunda repulsiòn y pánico.
...¡Arañas!...pensé en arañas, cuando la presión sobre la piel de mi cara, de mi cuello, y de todo mi cuerpo se me representó como el apoyo de patas de repugnante y asquerosa presión.
Eran enormes, húmedas, viscosas, peludas,...y producían una repulsión insoportable.
Entonces no perdí la razón porque me sumergí en la oscuridad de una profunda pérdida de conocimiento.
¿Que había ocurrido en esa noche "como todas"?...
Se cruzaban distintas, variadas y extrañas ideas por mi imaginación.
Una afección cerebral..., alguna patologia distinta, ...
Una posesión satánica...no soy religioso ni supersticioso, pero ya nada descarto.
En esas noches vacias y sin dimensión...poteriores al "ataque"...perdido en la oscuridad, el recuerdo de viejas historias acude a mi memoria por lo truculentas, y por las obsesiones con los tormentos, la oscuridad, y los sepultados vivos...
...Amitiville...Stephen King...Dario Argento...
...o como el entierro prematuro de Poe, que gira en torno a la espeluznante posibilidad de ser enterrado vivo; eventualidad que resulta pavorosa por lo que tiene de posible, ya que existe realmente y tiene una patología y un nombre macabro: catalepsia.
La desesperación vapulea mi imaginación de un lado al otro, como un péndulo de horror, y si el Aleph es la abarcante del todo...todo el tiempo...todo el futuro...todo el pasado...y el punto donde estan contenidos todos los puntos, como lo concibe Borges...entonces mi situación vendría a ser todo lo contrario, la nada sin presente, sin pasado y sin futuro...un verdadero anti-Aleph.
Y en esas turbias noches sumergido en la desesperación, como no habria de abatirse sobre mí, la evocación del universo alucinante de Lovecraft, con toda la genialidad surgida del talento del norteamericano.
Varios dias despues del "ataque", al comprobar la pertinaz recurrencia del fenómeno comencé a imaginar cosas notablemente mas fantásticas.
...dimensiones retorcidas de Moebius que están y no están donde debieran...
Quebraduras del tiempo y del espacio...agujeros de gusano y universos paralelos...incertidumbre de tiempo y momento...
De esa forma, mi pensamiento trataba de comprender la diferencia de mi alcoba con el mundo exterior que aparecia como inexistente o muy extraño en su ubicación espacio-temporal.
Con las hipotesis que barajaba en forma bastante incoherente buscaba aferrarme a algo dentro del caos de percepción que me rodeaba.
Al miedo profundo le pone un plus de angustia un terror mas profundo todavia.
Que ocurriria si no se produce por las mañanas mi liberación, como hasta ahora?. Y permanezco postrado y paralizado en forma indefinida?.
Dado mi aislamiento total y voluntario de la sociedad, nadie notaria mi falta ni se ocuparía de mi paradero y tendria que sufrir la mas temible de las agonías, muriendo de pánico y en total soledad, por el tormento de la sed o con los profundos dolores que provoca el hambre intenso y "final".
Por otra parte me preguntaba con desgarrada angustia...porqué no abandoné mi residencia, porqué no cambié de domicilio...si, lo hice...varias veces, y donde iba sucedía siempre lo mismo.
Desde el día del "ataque" una y otra noche siempre volvió, estuviera donde estuviera, la terrible "posesión".
Era inevitable, la oscuridad sobrevenia, el mundo exterior apagaba sus sonidos y jamás pude comprobar si en ese momento la realidad existía.
La imposibilidad de cualquier movimiento ambulatorio me lo impedía.
Vivia atormentado, sumergido en ese desperante abismo de dudas solipsistas.
Y así era también que al promediar la mañana todo volvía a la normalidad y esperaba, otra vez, con profunda angustia, la noche siguiente, para que todo volviera a comenzar.
Consulté médicos, brujas y psiquiatras y toda la gama de "conocedores"...
...neurologos, adivinos, y curas sanadores...
Pero nada cambió en absoluto. Busqué la evasión en hoteles, pensiones y diversos lugares.
Estuviera donde estuviera, a la hora señalada y en la forma, una burbuja de terror, soledad y silencio me envolvía, paralizándome.
El alcohol no trajo ningún alivio...por el contrario, le puso un agravante de desagrado a esos momentos.
No se si es un sueño con apariencia de vigilia, un estado distinto de conciencia, o locura pura.
No atiendo llamadas, esquivo a conocidos y amigos y me hundo en la depresión.
El tormento continua.
Entonces recibí el mensaje. Jamas había ocurrido algo parecido.
Lo sentí en lo profundo de mi cerebro como un brutal chorro de fuego.
Lo percibí como una avalancha empapada de profundo odio.
Era un alma en pena con la voz de la venganza en el pensamiento que sonaba en mi cerebro como un aullido vibrando desde la boca.
Desde su boca maldiciente que se tomó el veneno que yo le dí.
...¡Te maldigo y te perseguiré hasta la eternidad!...
Dijo desde ultratumba la voz de mi compañero habitual de la mesa de poker, y "financista" que ya se había apoderado de mi destino, de mi alma y de mi patrimonio...
La maldición era la revancha del hombre asesinado por mi propia revancha.
Y que muy feliz jamás imaginó que era tóxico, el brindis, que con mi mas afectuosa sonrisa le ofrecí...
...en mi nombre...y en memoria del viejo Dostoievski...
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- Autor: mariano7777 ( Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2020 a las 18:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: bonifacio, migreriana
Comentarios2
Da realmente pánico tu relato ni Poe ni Levecraft me inducen a algo aterrador.Espero que sea un cuento fantasioso y no una realidad.De lo contrario al menos ingeriría algo como Zoplicona para dormir.
Un abrazo
Boni
....LO QUE OCURRE, BONIFACIO, ES QUE NI POE NI LOVECRAFT...ESTÁN AL NIVEL DE NUESTRA SENSIBILIDAD...
ABRAZO.....
Puede ser de la tuya Mariano que la mía la estoy poniendo a prueba.
Un abrazo y buena onda para ti en todo sentido.
Boni
...JA JA JA JA.......
UN SALUDO....
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