Tan fresco el mar de tu mirada
cómo ardiente, constante amor,
Comisuras palpitantes, deslindantes
de todo fervor; acumulado en años,
temeroso a la ventura silenciosa.
Iris ardientes, agonías constantes,
desmesura radiante; grandes llaves
de mi alma.
Hermosos gemelos colindantes,
Siempre tiernos, vivaces, frágiles.
Resguardo de mi alma, vida y pensamiento,
Semejante a no mirarlos, la muerte.
- Autor: Ale (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de agosto de 2020 a las 22:08
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
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