Breves momentos.

Adrian R.

Diosa de mi vida,                                             

Velada y secreta,                                            

Luminosa y bella.   

 

Diosa de mi vida.  Estoy en mi privado rincón, al que solo tu tienes acceso, mi espacio solitario, vacío y silencioso en medio del frío y la oscuridad de mi noche eterna, donde me siento cómodo y sereno, sin embargo, hay ocasiones donde extraño la canción de tu voz y la luz de tu blanca presencia. Hay momentos como este, en que el silencio abruma y entristece, donde la soledad no acompaña sino que duele, es entonces que cual hábil hechicero invoco tu recuerdo y, que dicha siento cuando este se asoma como una romántica luna llena que me cubre con su brillo tenue y delicado, igual que suave bálsamo que alivia el alma y rompe el desconsuelo.         

Velada y secreta. Así es mi vida, así es nuestra historia, oculta y discreta. "Nuestra historia…!" que bien se ven esas dos palabras juntas y cuando se pronuncian se oyen preciosas… Ya lo sé, no es una historia sino breves momentos de efímeros abrazos y fugaces besos, pequeños recordatorios de que Dios existe y que la vida es bella. Esos instantes incompletos son gotas de miel en mi triste existencia, son como los alegres meses de primavera, en los que se llena el aire de perfumes, cantos de aves, del calor vital de sol en el cielo, del sabor dulce de nísperos y fresones y mil colores bellos, eso eres para mí, un deleite para mis sentidos. De mi vida eres la primavera…         

Luminosa y bella. Como diosa griega, de tez blanca y ruborosa como una rosa "La France" que abre sus fragantes pétalos al mundo para hacerlo más bello. Así, tu hermosa figura de venus, tu divina faz de pícara niña, la alegría de tus ojos, la intensidad de tus bellos labios curvados en provocadora sonrisa y esa sensual cabellera que corre libre cual imponente cascada sobre el suave y ardiente lienzo de tu espalda que tanto me encanta decorar con mis lúbricos besos hacen vibrante, bella y colorida mi gris existencia. y no sabes cuanto agradezco a Dios por cruzar nuestros caminos, por permitirme encenderte cual hoguera que ilumina y da vida, por regalarme tus furtivos besos y prohibidas caricias en nuestros breves pero apasionados momentos de libertad y amor. 

 

  • Autor: Adrian R. (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de agosto de 2020 a las 03:38
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 43
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Comentarios +

Comentarios1

  • Almohade

    Espectacular poesia,Un recorrido vibrante lleno de amor,una poesia imperdible Enhorabuena poeta



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