Con las manos temblando
avanzaba en la noche,
apartando los miedos
y buscando razones,
pero aquellos clavaban
sus puñales enormes
y manaba la sangre
de aquel pecho sin flores,
marchitadas las rosas
en los ojos del joven,
se veían legañas
y también nubarrones,
y rezaban los labios
la plegaria sin nombre,
elevando a los cielos
la canción del Quijote...
Las preguntas surgían
en profundo desorden
y cruzaban la mente
cual agudos gorriones,
¡qué silencio tan grande,
que hasta el eco responde,
mitigando las ganas
de quebrar el desorden!
y es que clama la tierra
y hasta lloran las flores,
por la ausencia de vida
y también de pasiones,
soledad en las almas,
tempestad en los montes,
ya se acercan las sombras
y se duermen los dioses...
"...Con las manos temblando
avanzaban los monjes,
por el claustro silente
mientras daban las doce..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 24 de agosto de 2020 a las 06:40
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: LEONARDO HENRRICY, Arturo García, Yamila Valenzuela
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