En la garganta
tenía las espinas
de alguna rosa.
Viejos recuerdos
de flores marchitadas
en el otoño.
Aquellas tardes,
lozanas y con brío,
atrás quedaron.
Y se durmieron
los ojos suplicantes
de unas caricias.
Fueron migajas,
rescoldos de un verano
de juventud.
Algunos bailes,
palabras y miradas
en romerías.
Así nacieron
preciosos sentimientos
con mil caricias.
Y nos besamos,
en tardes y en las noches
bajo la encina.
Pero los años,
y el tiempo, no perdonan...
(Nos separaron).
Hoy es presente
y miro aquel pasado
como algo tierno.
Algo precioso
surgido entre dos almas
y que viví.
Ahora me quedan,
los versos y un poema
de tus pupilas.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/20
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2020 a las 06:18
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: Nelly Castell, Johanny de Jesus, Yamila Valenzuela, Willie Moreno
Comentarios3
Hay personas que tan profesionales que dicen ser y tienen espinas en todo el cuerpo y no se dan cuenta, tus versos sencillos salen de lo profundo de tu ser como este es el que mi alma suele querer. te abrazo.
Gracias por tus palabras, Nelly.
Un abrazo y feliz día.
A mi encanta la poesía sencilla, sin palabras arrebatadas. Este poema es un ejemplo de esa pureza que llega al lector.
Felicitaciones poeta.
Agradezco que veas todo lo que dices en mis letras, Johanny de Jesus.
Un saludo.
Eso es lo bueno de los lindos amores; los hermosos recuerdos.
Apapacho querido Rafael.
Gracias Yamila.
Un abrazo.
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