Junto al muro negro de sospechas, un joven intenta esconderse tras sus manos,
de pronto lo afligen pasos de corte marcial que se acercan con intenciones funestas.
Intuye que lo buscan para ofrendarlo al dios caníbal, o bien para sumarlo a las ordas de esclavos que suben sin fin escalones milenarios rumbo a las minas de absento.
Las manos en cruz ejecutan su fórmula para desaparecer.
Aquel muro contra el que escurre su llanto, despide tanta oscuridad que invita a la mímesis.
Razona: " cómo llegué aquí, no reconozco nada del entorno, lo que alcanzo a divisar entre los dedos ¿es real o sueño?"
El cuadro demencial se completa con las líneas de siembra ignota, en medio de las cuales se erige una estatua con habilidad para comunicarse, sus ojos rotan hacia los cuatro puntos cardinales,
tienen el poder de paralizar a quien se cruce, así es que han quedado estáticos peces voladores sobre un bloque de mar, en el aire de cacerías. Otros animales completan la escena, con la sonrisa sin gracia eternizada en sus fauces.
Suavemente el sol barrilete alza sus brazos dando luz al absurdo acontecer.
" Ah! - exclama el personaje- un avión de pasajeros se acerca volando a raz del pasto, al alcance de las manos, de los gritos. Ejecutaré señales de auxilio para que avisen al centro de cómputos donde pertenezco. ¡EH, aquí, aquí! ".
Pero al realizar el llamado se ha puesto en evidencia, abrió sus manos que le eran guarida, y los estoicos soldados no tardan en capturarlo. Su destino es incierto
- Autor: Albin Lainez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2020 a las 13:35
- Comentario del autor sobre el poema: el aislamiento es un muro mental, obscuro
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 17
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