El ejército de leales poco a poco va mermando,
Desviándose soldados, a objetos y beneficios,
A temores infundados, a mentiras y sus mitos.
Cada día quedan menos, cada uno tiene un precio,
¿Quién será el que prevalezca? ¿Quién no se ira primero?
Están los que te prometen y aquellos que dicen… luego
¡Qué difícil fue aguantar! – yo no pude con el fuego
¿De dónde vienen las trampas? ¿De dónde viene el dinero?
¿Y las justificaciones, y la culpa al compañero?.
Cuando descuidamos algo, o cuando algo nos creemos,
Comienza la enfermedad, se inician todos los miedos.
Los compromisos nos matan, de las mentiras que hacemos,
La lealtad se fue a un lado, ahora en quién nos confiaremos
Esa maldita confianza, en nuestro corazón enfermo,
En esa ilusa esperanza; de que un día volveremos.
Cuando leales no somos, no hay quien nos ponga ese freno
La confianza en nuestro yo, es el primer elemento,
El pensar que somos algo, es el tiro más certero
De arrebatarnos la calma, la lealtad del guerrero
- Autor: Wilma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de agosto de 2020 a las 08:47
- Comentario del autor sobre el poema: Dedicado a los que son leales.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Pajarillo, Alfredo Daniel Lopez, Vogelfrei
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