Me encanta ver el mar
porque aunque me hace
sentir tan pequeño,
me hace también
el más feliz al poder verlo.
Soy tu esclavo... ¡océano!
Canción de Dios... Su sueño eterno,
el paraíso no puede estar
lejos de tus orillas
o de tus profundidades;
pues no puede haber
peor castigo que morir
sin conocerte
y no puedo imaginar
eternidad sin tu hermosura,
eternidad sin tu bravura,
sin tu oleaje blanco.
El océano es la canción de Dios
... Su sueño eterno,
Dios se hastiaría sin sus besos.
El mar es quién mantiene
la ira de Dios... aprisionada,
su belleza y su ternura
le seducen día a día
y hace que persista
El Creador en su locura
de seguir dándole vida
a este planeta maldito;
en donde el hombre a gritos
se ha ganado su exterminio,
mas no así el mar
pues le inspira cariño
... y se olvida El Creador
de acabar con lo creado,
pues Dios hizo el mar
... ¡y se quedó enamorado!
xE.C.
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Autor:
Alberto Diago (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 31 de agosto de 2020 a las 05:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Yamila Valenzuela, Alberto Diago, Anngiels Simplemente Mujer, Delalma, Willie Moreno, EVOLA.RL, alicia perez hernandez, María C., José López Moreno., Kapirutxo
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