Con la mente ausente,
bajo el ardiente astro,
que me sigue con la mirada.
distraído y con desdén.
Vi pasar el jovial tiempo,
correteando por el aire,
brincando por el viento,
filtrándose a través de mí,
a través de mis más ínfimas partículas.
Sentía el calor,
excitando mis átomos,
fascinándolos,
deslumbrándome.
Qué delicados fundamentos,
qué deliciosa existencia,
en perfecta sintonía,
para que todo existiera.
La normalidad,
la realidad,
dime el motivo,
de este absurdo.
- Autor: None ( Offline)
- Publicado: 31 de agosto de 2020 a las 17:44
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 42
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