Eran oro derretido,
eran dos finos topacios
de jarabe de ternura
y destellos de durazno.
Eran miel en cataratas,
eran ámbar perfumado
del licor de la caléndula
y del zumo del naranjo.
Eran sus ojos dos soles,
dos vitrales adornados
con las ascuas que iluminan
un horizonte al ocaso.
Ambos eran caramelos
de dulzor afrodisiaco,
un almíbar de emociones,
un orfeón de dorados.
Eran dos piezas de bronce,
eran brandy destilado,
orlados a forja y fuego,
labrados a fogonazos.
- Autor: Raúl Carreras ( Offline)
- Publicado: 2 de septiembre de 2020 a las 10:19
- Comentario del autor sobre el poema: Romance que desvela el fuego que desprenden unos ojos
- Categoría: Amor
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., AnnaSerena28, QUINSONNAS
Comentarios3
Da gusto leer poemas como este. Es usted un maestro. Felicitaciones y saludos.
Un placer, y muchas gracias por tu comentario.
Simplemente hermoso, Raúl.
Saludos.
Mil gracias Anna!
Eres todo un maestro en el uso del leguaje y en las metáforas que empleas. Hermosísimo romance escrito por un gran poeta. Recibe mi enhorabuena por tan hermosas letras junto a toda mi admiración. Un abrazo.
La admiración es mutua. Muchas gracias por tus palabras poeta.
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