La distancia es una espina
que alguna rosa olvidó
y, como daga asesina,
se clava en el corazón.
Tu inevitable recuerdo,
me hiere porque no estás,
es porque te echo de menos,
tanto que no puedo más.
Sin llegar hasta ese punto,
también me suele pasar,
a veces, estando juntos,
pues, aunque juntos estemos,
cuando dices que te vas,
ya empiezo a echarte de menos.
© Xabier Abando, 27/08/2016
- Autor: Xabier Abando ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2020 a las 05:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Flor de otoño
Comentarios3
Bonitos versos. Saludos
Muchas gracias, Gustsvo. Saludos
Irse sin retorno.
Un abrazo Xabier
Gracias por tu visita, amigo Tokki. Un abrazo
gracias por compartir..👍
Gracias a ti por tu visita y comentario. Un abrazo.
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