Había una vez una villa
Coronando las montañas
Con pintorescas cabañas
Y unas cuantas callecillas
De madera un templo había
Que el domingo en la mañana
A sus fieles con campana
Llamaba a la eucaristía
Un bello parque tenía
Con framboyán y caoba
Con sus bancos y farolas
Donde el pueblo compartía
Tenía un molino de viento
Y una tina justo al lado
Donde saltando empapados
De niños perdíamos el tiempo
Llegaba fresca la brisa
Del Atlántico lejano
Y del valle, más cercano
Impresionaba la vista
Eran su encanto mayor
El color de la amapola
Del cafetal el aroma
Y el canto del ruiseñor
En mapas y en oficinas
Le nombran José Contreras
Más para el de allí de veras
Siempre será Villa Trina
- Autor: Alben (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2020 a las 20:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
Comentarios1
Preciosos versos. Imagino la belleza del lugar. Un saludo cordial
Gracias... Tal cual puede verse en la foto... Saludos.
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