No fue permanente y algunos lo supieron.
Muerte a muerte fue viviendo –sobreviviendo-:
un cigarro en ayunas y siete de almuerzo; no fue
indeleble su estado de abandono, pero por aquel tiempo
era lo que era, con o sin acuerdo con los que le rodeaban.
No fue permanente pero supongo que eso no es
lo que debe ser si deseas lo que deseas…
No fue sutil su estado de suma obsesión,
no hubo ruta de necesidad en su faz carcomida
por los gusanos, creo que sólo quiso un eje de piedra
para que girase su lúgubre corazón de fuego.
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Autor:
Alexander Vórtice (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 7 de agosto de 2010 a las 22:28
- Categoría: Triste
- Lecturas: 613
Offline)
Comentarios2
que triste genialidad Alexander!!!
Felicitaciones por el poemaaaaa..
Lo único el cigarrillo hace 6 años que no fumo....
deberias hacer el intento !!!
Gracias amigo. Lo de fumar lo he intentado tantas veces que ya no sé si me fuman o fumo... Un abrazo!
felicitaciones...
me ha gustado..
yo dejo saluditos y el..diez!!!!!!!!!!! a tu poema..
kalita
Creo -sinceramente- que no merezco tantas buenas palabras y tan buena calificación... Gracias y un abrazo.
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