Irá todavía emergiendo
como del fondo de una ciénaga,
las hierbas se aferrarán
a sus piernas, arrastrándolo
hacia abajo, se verán
vagos bultos en el agua
que le entrará por la boca
por la nariz por los ojos.
Irá emergiendo, ya emerge.
Ha sacado ya las manos,
las bate en la superficie
del agua sucia, ha sacado
ya los codos y se empuja
hacia arriba, hacia lo alto,
pero el agua cede y él
se hunde, las hierbas lo halan
hacia abajo, los pies
no tocan el fondo. Es un agua
que sabe a cieno y a podrido.
Es horrible lo que siente.
Es mejor abandonarse,
dejarse caer hacia el fondo,
un cuerpo muerto que cae
como una piedra en el agua.
Es mejor morirse así
que despertarse en un sueño
del que no hay otra salida
que despertar en otro sueño.
- Autor: andrea barbaranelli ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2020 a las 07:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
Comentarios1
Angustia de la desolación de lo irremediable. Lo desesperante no es morir. Es la vida resistiéndose y su terquedad de vivir en el absurdo. Y a menudo se va la vida en encontrar una felicidad permanente que no existe, perdiendo el poder de asombro para mirar milagros felices en lo básico. Se llegó a un pantano por no encontrar la serenidad o ni buscarla enceguecido en la rutina circular de lo inmediato. Ahora, al final, la agonía duele, no la muerte.
Tal vez la pesadilla de un hedonista.
Buen poema.
Saludos desde Bogotá.
Gracias por tus palabras y por tus saludos desde Bogotá, donde estuve por primera vez en 1975, cuando empecé a trabajar en Colombia.
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