Cuantas cosas tengo que decir, compartir y dar cada día; por las tardes y las mañanas, no reservare ningún momento para estar contigo, después de todo lo que has hecho por venir. No tengo derecho a dejar ninguna letra sobre la hoja blanca y mucho menos un gemido en mi garganta, todo, todo esto es para ti.
Ven, quiero presentarte los momentos más alegres de mi vida, cuando en este mismo sueño estabas tú y yo te seguía por todas las letras, atrapando tus ilusiones como mariposas en el bosque, que anunciaban la primavera y luego me detenía al final del arcoíris a depositar mis poemas, para que los disfrutaras,
No me preguntes como, ni cuando, pero siempre pensé que vendrías de tarde, que traerías muchas canciones y un poema herido que tendría que curar, calmar sus dolores y cambiar sus aullidos de dolor, por risas. No discutamos más con el pasado, dejar que la noche oscura abandone el llanto y vamos al jardín.
De nueva cuenta caminaremos por la playa de madrugada, buscaremos ese rincón de las olas donde las sirenas van a componer las melodías que entonan en altamar, dejaremos que la luna celosa se esconda y corra tras el sol para darnos celos y que se apague la luz para que brille tu sonrisa de faro, de mujer, de Diosa.
Quiero verte siempre así, pegada a mi lado izquierdo completando mi cuerpo con esa costilla que me robo la creación. Que me alimentes siempre con ese fruto del árbol prohibido y caminar desnudos por el paraíso, buscando a Dios en cada beso que nos damos y su aliento divino da sabor a este nuestro amor y tu regreso.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO
- Autor: lennox, el quetzal en vuelo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2020 a las 12:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, WandaAngel
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