Ahí esta sentada en su esquina favorita perdida en sus pensamientos, como siempre. Su cabeza parece una licuadora un batido infinito de soluciones, soluciones imposibles y problemas que parecen nunca desaparecer. Cada pensamiento opaca al otro, de cierta manera siempre se repiten. Deudas, responsabilidades, problemas, preocupaciones son una de las frutas que se baten en esa licuadora que ella llama cerebro.
Ella una persona tan inocente como la mirada de un niño, pero tan ahogada en su propio mar que ya cada opción es desesperada. Un día el diablo susurro a su oído en forma de mensaje de texto, la oferta perfecta en un momento tan oportuno. Su mente debate como siempre, pero la respuesta es siempre analizada con sus valores, aquí estas diciéndole no al Diablo. El perdió la primera batalla y ella acaba de ganar la primera.
Pasa el tiempo y todo parece aligerarse en su cabeza, mientras que la vida le sigue demostrando que no todo es lo que debería ser, según esos valores que tanto la caracterizan. “Los malos ganan en un mundo donde los buenos cada vez se ven mas aplastados” es una frase que ella se repite día a día mientras que todo parece derrumbarse.
El teléfono no para de sonar, miles de cosas por pagar y el dinero hace rato que dejo de fluir. ¿Que hago? Se cuestiona esta inocente alma que ya no aguanta el peso de la vida. El tan aprovechador que por segunda vez susurra “salta y olvídate de todo”, ella nuevamente gana una batalla que esta vez parece llevarla a una guerra, que el no se dispone a perder.
Aquí estas tan inocente, pero tan perdida al mismo tiempo, el mundo no es lo que crees. Siguen ganando los malos, tu que eres la persona ejemplar te sigues hundiendo, ahora la pregunta es ¿hasta cuando? La vida la pone en una encrucijada donde las opciones son tan limitadas como inexistentes.
Tercer asalto, ese mensaje de texto que había quedado en el olvido, aparece nuevamente. “Tiempo de olvidar la inocencia para poder vivir sin preocupaciones” te repites para poder justificar la locura que estas por cometer.
Sentada en una silla, esperando un fantasma sin cara solo con nombre. Tiemblas, pero tu cara muestra seguridad, te repites internamente yo soy mejor que esto, pero al parecer no hay otra solución. El fantasma susurra tu nombre como si lo conociera de hace tanto tiempo, extrañada ves un rostro dulce, nada de lo que te imaginabas.
Tus oídos se endulzan con palabras, pero sabes muy bien que el trabajo es uno que nunca te imaginabas, tu cuerpo, tu sagrado cuerpo en manos de otros, al costo de ¿que? ¿Dinero? El fantasma te sigue endulzando mientras te pide que cambies tu tan preciado nombre y crees esta nueva persona que nunca serás, para poder preservar quien eres.
Perdiste tu primera batalla contra el, estas por aceptar la oferta que el diablo un día susurro a tu oido.
- Autor: Mr. W (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2020 a las 21:21
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando el camino es incierto, no dejes que te manipulen, la claridad siempre llevara a un nuevo dia
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 93
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