No quemes tan rápido ese cigarro
la noche es larga
las penas duran
y mi mano tranquila
se atreve a acariciar tu mano
aunque juegue con el fuego sagrado
de tu fuego
y nos quememos los labios
entre cerveza, besos y cigarrillos.
No quemes tan rápido ese cigarro
la noche es larga
las penas duran
y mi mano tranquila
se atreve a acariciar tu mano
aunque juegue con el fuego sagrado
de tu fuego
y nos quememos los labios
entre cerveza, besos y cigarrillos.
Comentarios1
Ante todo ¿Donde venden esos cigarros?
Una realidad real, pero exquisita en esencia. un amor y los deseos cumplidos,Fue grato entre tus versos el espacio de vida.
Una pasada del dato.
La vida misma, solo eso querido Gaston, desde ya muchas gracias por sus palabras y su tiempo, un fuerte abrazo para usted!!!!
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