Vas y vienes,
y te vas, y en el silencio que dejas,
entre medias, enciendo la luz de espera
del que espera
anhelando a quien no vuelve,
pero aguarda.
La he pintado del verde dulzón
de la esperanza,
aunque no me queda claro si con tino,
la he buscado y no aparece,
y siendo la última de mis pertenencias,
creo que, por esa regla,
debe hacer ya
que me perdí a mí también en tu añoranza.
Me tocará esperarte entonces
abrazada al desespero.
Ese que, en contrapartida,
cuando la estela de tu olor deja mi cama,
es el primero que amanece compasivo
y me inunda con su sombra la almohada.
Cubriré de un blanco velo ceniciento
el cajón de tu recuerdo en esta casa,
y llenaré el silencio que dejas,
entre medias, con el repiquetear
de la lluvia en la mañana.
Me sentaré con la taza del café amargo
de memoria a olvidarte en el alféizar
de olvidar de mi ventana.
Otro día, si es que vuelves, cuando vuelvas,
y otro día, si te cansas, que te vayas,
el silencio estará lleno de aguaceros,
de su olor y de su danza apaciguada,
y no sé si desespero pero espero,
que del verde petricor de otra esperanza.
Luz De Gas
- Autor: Fátima Aranda ( Offline)
- Publicado: 18 de septiembre de 2020 a las 14:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios4
¡Qué bonito!
Mil gracias, Alberto.
Un abrazo.
Luz.
Siempre manteniendo la esperanza en un nuevo reencuentro. Lindo escrito Luz.
Abrazo y bendiciones.
Lo último que se pierde, Willie.
Un abrazo.
Luz.
SIMPLEMENTE MARAVILLOSOS VERSOS...
Muchísimas gracias, Alicia.
Un gran abrazo.
Luz.
Muy buenas letras, querida poeta.
Muchas gracias.
Buen finde!
Muchísimas gracias, mi estimado Luís.
Te envío un gran abrazo.
Feliz tarde.
Luz.
Lo mismo para ti !
Cuídate!
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