Es su mirar lo que me provoca
y ese silencio que mi alma toca,
tantos espacios tantos momentos
tantos vacíos tantos encuentros.
Deseo pedirle que no se aleje,
deseo pedirle que no me deje;
pero es absurdo si no le tengo
que yo le pida un último encuentro.
Es en el aire,
es en el cielo
y en su sonido
que mi alma veo.
El arte brota con su mirada
y es con las notas que se acompaña;
será prudente que le suplique
¿Ya no escucharle ya nunca más?
Será la luna quien me asegure
que con la noche llegue la paz
caer dormida mientras le escucho
y no despertar si ya no está.
- Autor: Yada Castli (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2020 a las 00:53
- Categoría: Amor
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
Comentarios1
Muy bonito!
Gracias.
Gracias a ti por leer y comentar.
Abrazo.
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