TODO LO QUE ANDUVE BUSCANDO

TODO LO QUE ANDUVE BUSCANDO  

Solo la virtud tiene argumentos poderosos contra el pesimismo. 

—Leopoldo Alas Clarín   

Tienes todo lo que anduve buscando,

contigo encontré el lugar donde construir una vida, 

el aroma mojado de las flores abiertas,

los puntos diametrales del atardecer

y la pisada que deja marca en la tierra profunda.  

Tienes la necesidad absoluta de ser amada,

el estribillo en los acordes de la canción 

que soñamos de cualquier estación,

tienes los instrumentos que entran los interrogantes,

las respuestas ininterrumpidas,

y muchas ganas de sentir el rugido del mundo 

donde a veces no pasa nada que destacar,  

más que el fluido de la voz donde todo es más.   

Tienes la aspiración del ser, la ecuanimidad de estar,

el arrabal en la periferia habitada por la flor,

la consumación rebosante de sangre, 

el milagro luciente de las pupilas que miran 

el horizonte que tapan las montañas, 

todo lo que anduve buscando,

y todo lo que hace tiempo dejé de buscar.  

Tienes mi amor, mis días de fábula en el viento,

la literatura en los labios y la luz en el alma,

la piel que se esparce por los poros que transpiran, 

el temblor que propone nombres

y después de los latidos también me llama.  

Lo tienes todo, y en todo me tienes,

pero por si acaso me duermo sin ti,

no me dejes solo, jamás te vayas,

no podría dormir, y si me duermo,

los ojos se me cierran, como a ti, para soñar contigo,

porque eres lo único que necesito para llegar 

iluminado a la vertiente de una nueva mañana, 

y echándote de menos, o cercado por tus brazos,

saber que muy cerca de ti existe la vida y el amor.