Pestañeo el sueño
y escupo salivas de tiempo
sobre rosales de cebollas
que me saludan con espejos.
Llego a mi casa
arrastrando la quemada nalga
que quedaba sin consumir.
Y arrastro un rabo confundido
que tiene labios con ramos de sollozos.
Son inviernos hechos veranos
en una primavera de noches y tinieblas.
Alimento el filo de mi espada
con batallas de agujas sin terminar.
La próstata se pone tonta.
Da meo cuando quiere.
Y yo me voy a la botella de la vida
a ver si provoca la meada oportuna.
Y sigo pestañeando de sueño.
Y un diablo afila las uñas
en piedras de naufragios
y una cabra o un cabron
confunde las flores con los relojes.
Joder.
Que abecedario mal acostumbrado.
Orejas sin sentido
me hablan de un sonido de aguas.
Y dale,
sigo pestañeando de sueño
y así voy al candelabro de mi cama
y me duermo
(o eso creo ahora desde este despertar)
y me acompaña el rabo lleno de dudas
y donde coleó a los números
de esta elástica circunstancia.
Podía poner amen
pero pongo así sea
para que no se mezclen los candelabros
y esta jodienda que nos persigue.
- Autor: susoermida ( Offline)
- Publicado: 26 de septiembre de 2020 a las 11:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
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