Libros, pueden ser la puerta a un nuevo mundo, te hacen sonreír, llorar, enojar, temer o pelear. Cuando lees, tu mente y la obra se conectan. A pesar de que el escrito no sea lo que esperabas, tú lo terminas de leer, luego empiezas otro, y así un ciclo sin fin. En verdad los libros nos enseñan muchas cosas y a conocer a las personas antes de juzgarlas.
Lectores, ¡Oh lectores! ¿Qué haremos con nosotros? Siempre tenemos cambios de humor con los libros, o no logramos convivir con otras personas, ya sea porque no nos dejan concentrar o simplemente nos hablan mientras leemos… Pero ese no es el problema más relevante en nosotros, oh, claro que no; al leer, nos aficionamos a la obra, nos metemos tanto en la historia, que, a la hora de empezar otra, seguimos en la trama de la anterior. También está el no poder hablar con otros sobre nuestras lecturas, porque, o no leen, o no lo conocen… Así, tomamos la libertad de enseñarles la lectura, los hacemos leer un libro tras otro, sin poder parar, como un hábito, sólo que sin peligro alguno. Así, queridos lectores, entramos en un mundo sin regreso.
- Autor: Haru (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2020 a las 14:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Jesus Alejandro Reina
Comentarios2
Muuy Didácticos tus versos...
BIENVENIDA!!!
Me ha llamado poderosamente la atención tu poema. Me ha recordado a un poeta venezolano llamado José Antonio Ramos Sucre que utilizaba la prosa poética.
Espero poder seguir leyendo mas de tu obra.
Saludos desde la Valencia del Rey.
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