DOLO

Ellos como tifón maloso, han llenado el ambiente de terror y miedo publicando el poderío que implantar podrían; sobre la arboleda obsecuente y sensible; como un trueno la deforestación atacará urdiendo una coexistencia tormentosa, haciendo trizas las tardes a la sombra del guadual. Se acabaron las épocas de alegría, conglomerados en fantásticas magnificencias del colorido natural de la arboleda inmediata.
Complicado misterio perrero traicionero embaucador de sentimientos, con engaños lentamente coexistirán terratenientes, patronos empresarios de la arboleda imponiendo nuevas formas de vivir en desprestigio; con la incultura rampante aplicando esclavitud, a cambio de mendrugos y silencio.
Mandatarios del pequeño conglomerado habitantes cercanos de la arboleda, saborearán las delicias del dinero, haciendo oídos sordos y vistas gordas, con caras duras que silencian el croar de la verdad, astucia certera distractora del castigo, sembrando a su paso miseria incomprendida, disfrazada de castigo del cielo.
Difícil aceptar y convivir la realidad que nos consume [inventos de querer aprovecharse de un pueblo; entre las sombras han perdido el dominio bacteriólogo perdiendo la materia prima (mano de obra)]; que trabajar sin descanso, presumimos de alcanzar espejismos consumistas, sin mirar los destrozos causados, pisoteados para alcanzarlo.
Las familias tocadas del fenómeno imaginan con tristeza, solucionar las pobrezas {Por dinero baila el mono} logran con faldas más cortas (Aún mis piernas son hermosas) y el esposo despechado busca refugio alcohólico.
Es una rumba la vida; [la mariguana es bendita; con alcohol para la artritis] la educación quita tiempo; quién no trabaja no come.

shoss