Transité la esquina de la calle que junto a ti caminé, edificios grandes, verticales, altos y recuerdos
Me detuve, mire hacia arriba, avisté distancia y más distancia, mire un infinito claro - azul
Tropecé con gentes y más gentes, te busqué, creo te llameé, miré, no te encontré, no estabas Tú.
Miré el crepúsculo vespertino, si, su ocaso, llegó la noche, era plenilunio con bella iluminación
Sin novilunio que te pudieran ocultar, miré/, te busqué, al no verte con tristeza pensé y sentí
En aquel amor de entrega, de dulzuras compartidas, con afectos y ternuras que aún persiste en mi.
Sentimiento de coordenadas colindadas de ti y de mi, agrandado mitad- mitad, amor
Arboles crecidos subsisten llenan esta esquina de esta calle, me protegen, me sombrean
Sentimiento ensanchado más y más, luces de neón y se impone el plenilunio íntegra su luz.
Brisas suaves en la esquina de esta calle me acarician, se transmuta en sutilezas, me toca toda
Y pienso, así de grande, me estás tocando Tu, me pierdo al buscarte, te llamo, gentes entre luces
Y pienso, escribo y siento, si mañana al buscarte, al llamarte en la esquina de esta calle, te encontraré yo.
Comentarios1
Buenas tardes, gracias por la lectura.
Mirian.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.