**~La Luz del Mundo de Atrás - Cuento Corto~**

La Luz del Mundo de Atrás

Margaret una niña de casi siete años de edad jugaba en el jardín de su casa a las muñecas. Nunca se imaginó que a su corta edad conocería a la bruja Violet en el mundo de atrás de su casa. La bruja la quería tanto que la hechizó, pues, era una bruja. Margaret nunca se dió de cuenta que en ella existía una luz mágica detrás de ella y más en su casa. Margaret creció, pero, no creció como todas las niñas de su edad, sino que creció dentro de su propio corazón. Con cada latido que palpitaba se dejó llevar por una luz trascendental y transparente que la hizo ver el cielo pequeño y todo lo demás más pequeño de lo normal. Margaret se aferró a la escala de un cien por ciento en saber que el destino estaba predestinado para ella y con consecuencias muy inestables. Nunca supo de la verdad hasta el final de sus días. Ella, Margaret, sólo quiso saber una cosa, ¿por qué ella?, y nunca lo supo hasta que llegó la hora de morir para ella. Si vivió toda una vida de puras mentiras, pero, de mucho amor en su propio corazón que latía como nunca por sentir la rica sensación que le producía vivir en su propio corazón. Margaret, sólo adivinó una cosa, de que si existe la magia existen también las brujas. Y que sólo el desenlace de toda su vida la veía reflejada en cada rincón de esa casa y más en el jardín donde pernoctó por mucho tiempo sin saber que había muerto por magia y hechizo en el jardín de su propio corazón.  

La bruja Violet, una bruja capaz de hacer cualquier brebaje en la pira y donde fuera, llegó a la casa de los Martínez, a hacer su embrujo ocasional y todo por la luz del mundo de atrás de la casa de los Martínez. Allí, dejó su sucesora la terrible comitiva de hacer el embrujo más real para poder sobrevivir entre el mundo real y el mundo de las brujas. Y toma sangre de la Margaret, y la lleva por un mundo mágico y trascendental que la dejará atónita, inerte, fría , pero, muy segura de sí misma, sí vivía dentro de su propio corazón. Latía muy fuerte como el sonido de un tambor. Y vivió allí hasta que se dió de cuenta quién era ella realmente. Margaret, sólo quiso saber una cosa, ¿por qué ella?, y no fue hasta que descubrió el hechizo en su propio corazón. 

La vida de Margaret, era muy corta de contar, pues, sólo vivió tan poco como niña y como ser humano que solamente nació predestinada para el hechizo de una bruja con la luz del mundo de atrás. Ella quiso ser feliz, y sí que lo fue, pero, su mundo se convirtió inmenso y grande y ella pequeña como una perla en medio de la concha abierta, la cual, era su propia vida. Margaret sólo quiso ver el cielo grande y sí que lo vió, pues, su manera de ver era por una lucecita entre las pupilas más ingratas de ese coraje a vivir en un mundo frío, inerte e inmóvil dejando sólo una luz en la parte de atrás de su casa, como un mundo clase y aparte. Dejando atrás sin sabores de la mala vida, sólo vió el reflejo en su rostro de niña, el cual, nunca llegó a crecer si floreció la más bella rosa en el jardín, en la parte de detrás de su casa y fue y era su propio corazón. Nadie sabía ni lo supieron sus padres los Martínez. Cuando su corazón latía muy fuerte como una campanita que la hacía vivir más y más. 

Cuando de pronto la niña sale a jugar en el jardín, halla a un pequeño cofre mágico, en el cual, permanecería por siempre con el hechizo de la bruja Violet. Si Violet, era tan longeva en que casi le gana la muerte, pero, a ella quién le gana si era la bruja más exitosa del mundo. Y Margaret supo bien lo que le hizo la bruja, si en realidad era ella la bruja Violet. Y nunca más volvió a la realidad, pues, su manera de vivir fue que quedó desmayada en el jardín por el hechizo de la bruja Violet, viviendo y creciendo en su propio corazón, siendo ella misma la bruja Violet en un futuro no muy lejano. Y así, vivió Margaret con la luz del mundo de atrás, en el jardín de su casa.   

FIN