Como en tropel por mis ojos
pasa arrolladora la vida,
devorando hambrienta las horas
que desaciertan su partida.
Más no temo un cielo negro,
ni un mundo negro y eterno,
ni la negra profundidad de la tierra,
sólo miedo; a mirar y no verlos.
El calvario no es triste,
ni triste la espera que llega,
mi sangre no es derramada,
es la misma vida que les riega.
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2020 a las 03:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: jose S.W.
Comentarios1
Profundos versos.
Grata lectura.
Un abrazo.
Muchas gracias.
Un abrazo!
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