Se baten a muerte, ola y arena,
dejan un rastro de sangre nívea,
huesos desparramados en la orilla,
columna vertebral de su batalla.
Mueren los corceles con las crines al viento.
Y con el aullido de su último estertor
juran su venganza a los cielos.
Es su legado para los siglos venideros.
Ya luego, enterrarán a la luna
en el sagrado cáliz de la aurora
sembrando monedas de plata.
Donde antes hubo vino,
ahora están las lágrimas.
Alex Pasquín
- Autor: Alex Pasquín ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2020 a las 21:10
- Comentario del autor sobre el poema: Con este poema inicio mi andadura en esta web. Un saludo a todos.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 25
Comentarios2
Se oye ese doliente aullido
se saborea la gota amarga.
Ya todo es silencio
en la fe del perdón.
Me encantó tu inspirador poema.
Saludos, Paty
Gracias por detenerte a leer y comentar.
Donde antes hubo vino,
ahora están las lágrimas.
hermoso trabajo el que realizas querido amigo un placer estar aquí, saludos y abrazos!!!
Gracias por detenerte a leerme y comentar
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