Quien sabe realmente cuántos árboles plantó hasta sus 73 primaveras. Hoy en día los que están en casa siguen de pie, dando su fruto, dándonos inconscientemente de comer. Quizás ese era su fin, alimentar a la próxima generación. Al mirarlos supongo, que sabía de antemano que pronto su partida se acercaba y que de alguna u otra forma sin darse cuenta, dejo una marca, no solo para su hijo, también para sus sucesores. Así nacen los dos Naranjos, plantados alrededor de 1944, con la llegada de dos Tanos, dos hermanos. Semillas sacadas de un baúl envueltas en un pequeño paño blanco, esperando ser plantadas. Por algunas casualidades de la vida se encuentran los dos Naranjos juntos, pero con la distancia justa para que sus ramas se enreden y su fruta se junte. Cada vez que uno estaba al mismísimo borde de secarse, por alguna extraña razón, siempre volvía a ponerse en pie gracias al otro. Así sucesivamente ambos crecieron. Se torcieron en la vejez, pero su fruto siempre fue dulce. Recuerdo en la niñez cómo mí padre me ofrecía una Naranja rebanada hasta la mitad y disfrutar con tan solo 5 años sentada al lado de la Nonna, en un viejo banquito echo por mí Nonno y mí padre hace muchos años antes de mí llegada al mundo. Recuerdo estar sentada, mirando las plantas, sintiendo simplemente el aire y disfrutando el silencio junto con la gran Jefa de la casa, mí Nonna. De vez en cuando algunas tardes me siento a ver cómo los Naranjos entran a su vejez cada día un poquito más. Me siento a verlos, porque estoy segura que ellos también me ven crecer a mí..
- Autor: Camelot (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de octubre de 2020 a las 12:12
- Comentario del autor sobre el poema: Seguiremos viviendo a través de las plantas, plantemos, ayudemos al mundo, plantemos y viviremos muchos años más... Plantemos como hizo mí Nonno.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: estefania22, Lualpri, Vogelfrei
Comentarios3
Nuestra inconsciencia es lo distantes que estamos de ella... Los árboles, la naturaleza... plantar y ver crecer, cuidarles viendo cómo afecta tu cercania o lejanía es una forma de despertar de este sueño en que creemos que todo existirá por siempre.
Yo recién tengo un jardín en casa, plante frijolitos y apareció un diente de león que no puse pero brotó, será que llegó volando...
Una vez tire una roca al descuido sobre otras plantas estaba liberando un espacio para que pasara un carro pero luego de cuidar de estás otras en mi jardín, pense que me decían solo porque no nos cuidas tú o solo porque no podemos gritar cuando nos lastiman...
Es verdad que nos rodean con sus ojos amorosos y nos ven, nos ayudan a crecer, nos dan sus frutos, su belleza, su oxígeno.
Henos de estás agradecidos siempre.
Gracias por compartir tu preciosa historia.
Qué bonito relato guardar el recuerdo de alguien que por sus característica se hizo dueño de la admiración es hermoso.
Me ha encantado
Con cariño
JAVIER
Que bella historia nos has regalado.
Gracias sinceras, desde dentro de mi corazón.
A medida te iba leyendo imaginaba a esos hermanos a tu nona y al sacrificio, el desapego, la lejania que en algunos casos fue por siempre, el dolor, la angustia y un sin fin de sentimientos más, perdidos en el tiempo, de tantos y tantos extranjeros que han llegado a los diferentes paises en busca de una vida mejor.
Gracias una vez más y un abrazo fraterno para ti.
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