Me mira con el filo
de unos ojos que dan vértigo.
Como asomarse a dos galaxias
o ver el cielo de una catedral
y sus vidrieras.
Pero yo nunca me atrevo a mirarla.
Me mira, con esa superioridad tan suya
consciente de que su mirada
es de otra dimensión.
Como caminar sobre los trozos
de un espejo negro
y verla bailar sobre el fuego
de su propio caos.
Pero yo nunca me atrevo a mirarla.
Me dejo caer por ese abismo
y a veces sólo veo a mis demonios
esperando hambrientos
por si ella nunca vuelve.
Aunque no me atreva ni a mirarla.
Pero ella siempre me mira,
como nieve cálida sobre mi vientre
con sus dulces geometrías
haciendo un laberinto infinito.
Si tan sólo pudiera retenerla
o llegar a describir
aquel color inexplicable
que habita entre sus pestañas.
Musa altiva de mirar frío
como una tormenta en Marte.
Y la piel llena de viento
y el pelo de primavera.
Habla en un idioma que no existe,
y solo cuando me roza
—solo cuando la escribo—
soy capaz de mirarme
y decir,
que yo misma existo.
- Autor: Wavesdarkness (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de octubre de 2020 a las 12:56
- Comentario del autor sobre el poema: El poema, tal como yo lo concebí al escribirlo, es una personificación de la propia inspiración como una musa altiva y caprichosa. Pero, como cualquiera de mis letras, invita a cada lector a mirarse en el reflejo de la ambigüedad de mis versos. Sumergir sus almas, y convertirlas también en una parte fundamental de mi poesía. O al menos, esa es mi humilde intención. —Wavesdarkness
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 110
- Usuarios favoritos de este poema: Sinediè, Texi, alicia perez hernandez, Indigo blue
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