El pecado del fornicio,
ese lascivo delito
de Asmodeo y su apetito,
la lujuria sin prejuicio
con desenfreno y por vicio.
Belfegor el perezoso
también se muestra doloso,
por desgana y por acidia,
pecando por la desidia
de subsistir siempre ocioso.
El bodegón que le anula
a Belzebú, el muy glotón,
que llega a la indigestión
comiendo como una mula,
sin bula, solo ansia y gula.
No le vale la enseñanza,
se perdió toda esperanza,
Amon es un resentido,
es la ira de un ofendido,
su deseo: la venganza.
Consumido por los celos,
el demonio Leviatán,
ni postrado en el diván
de la envidia y sus anhelos,
elimina sus desvelos.
Y es Mammon un miserable,
usurero y detestable,
malicioso y con codicia,
en su mundo de avaricia
de simonía insaciable.
Lucifer, ¡el orgulloso!
Un diablo prepotente
la soberbia es la simiente
que has enterrado en el foso
de tu infierno vanidoso.
Los pecados capitales
tentaciones infernales,
esas pasiones malvadas
de las normas quebrantadas
desde tiempos ancestrales.
- Autor: Raúl Carreras ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2020 a las 11:06
- Comentario del autor sobre el poema: Poema compuesto por décimas, en las que se describen los pecados capitales junto al demonio que los representa. ¿Qué dirían Morgan Freeman y Brad Pitt?
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Nuria de espinosa, SOY.-, jose S.W., QUINSONNAS, Violeta, AnnaSerena28
Comentarios5
Espero no encontrarme nunca con leviatan...
Pecados capitales... Buen poema.
Un placer leerte. Abrazos
Felicitaciones
Abrazo
Seven up
Un paisaje de malandrines
Muy bien, saludos
Excelente , muy bien estructurado ,te felicito. Saluditos Raul.
¿Cuántas facetas tiene el prisma de tu poesía, Raúl? Es que escribes de todo y en cualquier forma. ¡Te admiro!
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