. . . erase una vez

Roberto V

... erase un árbol con balcón
a la dorada campiña tapizada
de ocres y los lilas de las
buganvillas trepadas a los
árboles cincurdantes
. . . erase nuestro nido donde
las fantasías ocurrían en la
frescura de tus manos entre
los cuerpos enredados
La magia discurría con la
sonoridad del río
Con la luna pintando en las
paredes un mar de estrellas
Con los besos sin querellas
a lo largo de los cuerpos
y la noche, nuestra noche
#PoetaUrbano

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