Bendito destino

Bendito destino, yo decía... Ilusionado imaginaba lo que el futuro depararía.

Detalles pequeños y armonía, poco necesitaba para amar la vida.

Como un conformista inocente vivía cada día, sin saber lo que iba a descubrir.

Una mirada y una sonrisa me enseñaron de lo que me perdía.

En la primera lágrima confirmaría que algo inmenso en mi alma se escondía.

Bendita nostalgia, vienes a recordarme que antes las flores sólo servían para decorar.

Ahora las rosas realmente parecen tener vida, para mí.

Trajiste razones para entender que las cosas vacías, tarde o temprano morirían.

Bendita paciencia, lo sabía, las noches perpetuas nacieron después del amor.

Pinceladas de instinto, finalmente una mujer con sabiduría me ayudó a saber...

Enterados estamos los que algún día dudamos que el amor existía.

Mujer conocedora, me hiciste saber que los seres humanos podemos irradiar luz.

Perdón por dudar, una disculpa eterna no bastaría, pero el camino no conocía.

Tanta alegría, quizás no merecía los dulces regalos de la vida.

Bendito destino, la angustia ya se fue.