¡Cuán hermoso es mi idioma.
Cuán fecunda es mi lengua.
Qué sonidos.
Qué enjundia
Cuánto brillo!
El mejor de los vinos añejos.
Sagrado licor de olvidados
conventos.
Manantial de agua bendita,
de juglares y clerecias,
donde siempre se quiere beber
y beber
porque nunca se sacia la sed
de alabar la facundia
y el buen decir
de la regia Castilla.
¡Qué preciosa es mi lengua.
Cuán amada es.
Cuánta exquisita grandeza!
- Autor: Jesús Rodríguez Saludes ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2020 a las 05:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
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