Estoy viviendo sin ti, sin todos,
sin ese plural que guardabas en tus manos.
¡Devuélveme tus manos!
Ahora que el ojo de la noche nos mira
y que has venido a verme
desde no sé dónde.
¡Silencio, palpita mi sien!
Mi corazón se ha desnudado.
Y el aire ondea un rostro frío
que dan ganas de abrirse todas las venas.
¡Silencio! Diría que no estoy solo.
Te tengo en mi llanto que acarrea
el amen de mi tristeza.
Estoy despierto porque no quiero
dormir un sueño,
porque quiero escribir
sobre cuánto pesa en la frente la memoria
con sus rostros de enero
y tus manos de diciembre anclados
en su miel de invierno.
Ayer nomas el aire era tu cuerpo girando
en su ternura
y la tierra era harina que se hacía pan
en tus pies desnudos;
Hoy me doy cuenta que todo es vano
cuando estoy solo,
cuando por todos lados me llega
algo húmedo de ti.
Estoy viviendo sin ti, y tu rastro
es la memoria donde nos acostamos juntos.
- Autor: Matias 01 ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2020 a las 21:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, alicia perez hernandez
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