mi casa es el templo del dolor
un pájaro que se queda en la lluvia es tonto
las gaviotas tienen su oficina en las nubes
las matemáticas tienen su poesía en el cero
el universo es la pequeña estancia de dios
las piedras son mis eternas hermanas
la sal es la humildad que nos deja el mar
en verano el viento abusa de mi rostro
todos los dados son huesos del aburrimiento
no existe la rayuela sin los niños
ellos juegan a las canicas con sus ojos
mi padre tiene el silencio del látigo
me perdería si volviese al vientre de mi madre
de tanto sueño suelo despertar en la noche
la justicia existe solo en el diccionario
¿seguirá cargando cristo su cruz?
el espantapájaros de mi huerto se ha emborrachado
el amor es solo un simple desahogo
las heces constituyen el pan no compartido
a veces amamos a todos menos a nosotros mismos
los lirios lloran solo cuando ha llovido
- Autor: lapiedraviene (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2020 a las 00:40
- Comentario del autor sobre el poema: Un poema que escribiera en la década de los 8o del siglo pasado. Tenía unos 22 años. No lo quería publicar pero estoy perdiendo la vergüenza.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 41
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.