El brillo de mis ojos se apagaron.
La calidez de mis palabras se enfriaron.
Mis ojos no lo evitaron y sollozaron
después de todo me cambiaron.
Construí una muralla inquebrantable,
ya me había cansado de ser amable
y juro que la esperanza ya desapareció
mientras que el horizonte clareció.
Nada tenía sentido
en mi mente que había fallecido.
Nadie me ataba a este planeta así que huí,
pero mi mente no ayudaba sin más opción la aludí.
La luz que un día emane
al final fue algo inane.
Mañana tendré que despertar
y con una fuerza misteriosa volveré a brillar.
Esta no es mi peor batalla
así que seguiré siendo fiel vasalla,
no me puedo rendir pues Dios me da fuerza para seguir
sus palabras me permiten todavía vivir.
- Autor: Jenni-Lis (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2020 a las 02:08
- Comentario del autor sobre el poema: Aunque el mundo en el que vives se caiga tu debes seguir de pie porque Dios te guiará por el sendero y parecerá imposible, pero la victoria no es fácil de conseguir primero de ver el sol tienes que luchar y nunca olvidar que Dios te ayudará pues el siempre te va recibir solo resiste.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Vogelfrei
Comentarios1
Muy buenas letras, pequeña.
A no rendirse jamás!
Éxitos!
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