En un mundo muy lejano
y cargando sus pesares,
reside mi único hermano
muy solo allende los mares.
Un dolor que él no supera,
llagas que no cicatrizan,
en el quebranto y la espera
de dudas que se eternizan.
No cree que el sol regrese
la ausencia es definitiva,
ignora al amor que ofrece
librar a su alma cautiva.
Se fue, no por accidente,
lector del futuro ayer,
lleva clavada en la mente
la idea de no volver.
Se marchó muy solitario,
sin pensar en lo más duro,
de cada un aniversario
carente de un amor puro.
Estás mi hermano hoy ausente,
para este brindis muy sano,
te marchaste hacia occidente
por el sueño americano.
Para ayudar a los tuyos
fuiste con el noble empeño
y que ellos hicieran suyos
tu iniciativa y tu sueño
Somos tristes emigrantes,
y tratados como extraños,
en estas tierras distantes,
hace mucho más de ocho años.
Cada cual toma su rumbo,
sus anhelos y su sino
por eso hoy, yo no sucumbo
a tristezas del destino.
Mi madre tuvo dos hijos,
el menor para ella ausente
y en versos no muy prolijos,
otro escribe la presente.
13 de abril de 2013
- Autor: vateignoto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2020 a las 03:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 175
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.