No sé quién soy

Alberto Escobar

 

 

 

 

 

 

No sé quién soy,
si este que estoy viendo ahora,
en este espejo de probador
iluminado de tienda de moda
o el que se mira en el espejo
del pequeño recibidor de mi casa,
ese espejo que suelo dejar al trasluz,
del que no uso una lamparilla 
que arriba muere de nostalgia
entre una maraña de espesa telaraña.
Todo por no gastar, como me enseñaron...
No sé quién soy,
si ese que se vio esta mañana
con el torso flameante y musculoso
como un apolo redivivo de las cenizas,
o ese que se confunde bajo la insinuación
de una sombra, de la postrera luz
que le llega de la soberbia ventana
de la cocina, expuesta y receptiva
a la radiante mañana que fue
y que sigue siendo, ya tarde.
No sé quién soy,
si ese que responde a la pose frontal
sobre un cristal de negro azogue
ahíto de una luz cenital de probador
—ahí donde no caben las disidencias,
las insinuaciones ni las excusas—,
o ese que se imagina en el engaño,
en el autoengaño constante,
una vez, otra, otra más, mañana,
esta mañana, ayer, hace doscientos años...
No sé quién soy,
si el que digo o el que dicen, si el que veo,
o el que ven, si el que veo de tarde,
o el que veo de mañana o de noche,
si el que veo después de una buena noticia,
o tras una mala, o si el que veo mediante
la imagen devuelta del escaparate
de la tienda de ultramarinos,
o el de la panadería de Juan.
No sé, estoy... en un bucle de minotauro.
Llamen por favor a un Teseo que me rescate,
que no pierda el hilo que Ariadna por amor
le ofreció y que me extraiga de las fauces
de esta incertidumbre, quizás inseguridad,
quizás, no sé...

Ver métrica de este poema
  • Autor: Albertín (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de octubre de 2020 a las 13:38
  • Comentario del autor sobre el poema: En tu autoestima pesa grandemente lo que los demás confirman de lo que piensas de ti. El aval del otro, de la sociedad sobre quién eres hace de rúbrica indeleble en las actas que certifican tu biografía. Tu opinión, aunque no certificada por el otro, también suma.
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 48
  • Usuarios favoritos de este poema: jose S.W., Texi, Vogelfrei
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Comentarios +

Comentarios4

  • Carlos Eduardo

    Sin papeles no se es

    Saludos poeta

    • Alberto Escobar

      Otro para ti Toqui. Agradezco tu presencia.

    • Texi

      Pesa mucho más de que debiera...
      Gusté de visitar tu espacio
      Gracias

      • Alberto Escobar

        A ti por tu visita Texi,

      • ..........................

        Magnífica introspección, con excelentes recursos literarios, que le dan a la obra, la importancia que merece. Un gusto pasar a leerte.

        "No sé quién soy,
        si el que digo o el que dicen, si el que veo,
        o el que ven, si el que veo de tarde,
        o el que veo de mañana o de noche,
        si el que veo después de una buena noticia,
        o tras una mala, o si el que veo mediante
        la imagen devuelta del escaparate
        de la tienda de ultramarinos,
        o el de la panadería de Juan."

        • Alberto Escobar

          Celebro siempre tu comentario, que se está haciendo —si acaso ya no lo fuera— imprescindible. Un abrazo Lucía.

        • Fexcalini

          Todo por no gastar, como me ensenaron....ya le estoy escribiendo una glosa a esta frase...como dicen un spin off...jaja...Un placer leerte Alberto, pero tendre que pedir vacacionies para leer tanto que has escrito, Has publicado algun libro? Saludos

          • Alberto Escobar

            No. No me ha dado por ahí. ¿Para qué?
            Te deseo buenas lecturas. Un otro abrazo, o saludo —como quieras.

            • Fexcalini

              TODO POR NO GASTAR
              “Todo por no gastar, como me ensenaron”
              Alberto Escobar, No sé quién soy.

              Ay, la bendita escasez del agua,
              Y nadie la cuenta en los bolsillos.
              La falta de sueño,
              Y Los sueños que mata mi cobarde carácter.

              Ay, la bendita brevedad del tiempo,
              Que se reparte azarosamente, sin contar con nuestra sabia opinión.
              ¿Quién me dice cuanto le queda?
              Oh, si cada hombre me diera tan solo un segundo,
              ¿Para qué lo tomaría?

              Tanto que aprendí por mi
              Y no se decir te amo,
              Inútiles silencios
              Enredados en el amorfo discurso.

              Y un enemigo que siempre asecha,
              Y las carnes sobradas de dolor,
              Y las lágrimas sobradas de tristeza,
              Tantos huesos para una sola tumba.

              Y quise quedarme todo entero,
              Pero ya ven,
              Me gasto cada día pedazo a pedazo…
              Aunque me sobre voluntad para no hacerlo.

              Un abrazo Alberto.
              Esta noche lo publico.

              • Alberto Escobar

                Gracias por la primicia Fex.



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