Vacío siempre anhelante
que me persigue de noche,
recortándose en mis huesos,
en mi carne, en mi sonrisa,
en mis manos de señora
que buscan paz en la brisa
de un árbol que va dejando
sus hojas como camisa
que lo desnudan de pronto
mientras hielan mi sonrisa
en el frío del invierno
que me llega desde siempre
cuando el otoño me avisa
que negras quedan las plantas
que pierden lo que vestían
hace poco en el verano
lleno de verde y de risas.
Vacío que me da miedo,
me estruja, me besa triste,
me hiela el alma atorada,
me deja sola y marchita,
y me anuncia que el mañana
no está tan lejos delante
del tren que pasa en la tarde
para anunciar que la muerte
se esconde en algún rincón
sin mirar de donde viene.
- Autor: Lucy (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de octubre de 2020 a las 21:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Lualpri, Texi, Vogelfrei
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