Fiscalización de mis decisiones.

Mi mente gira, gira, da vueltas…

Me martilla una y otra vez, sin saber que me interroga.

O tal vez sé el enigma.

La cierto es, que hay ocasiones que me resulta difícil aceptar que me equivoque.

Ohhh, erré en tomar algunas decisiones.

Con el pasar de los años la vida te pasa la factura.

Y los impuestos son muy altos a la ahora de cancelar la emisión de una fiscalización.

Fiscalizar cada decisión en la vida, se hace muy cara al final de un balance.

Lo difícil es arrepentirse, porque al final no hay vuelta que dar,

El tiempo no vuelve.

Al final, no se puede retroceder en el tiempo a dar aquel abrazo que se imploró.

Aunque duela aceptar no existe él hubiera.

Solo se vive una vez, y por lo tanto es preferible en todo tiempo ser honesto con uno.

Pero, pero existe un pero, en definitiva creo que no todos somos tan crueles y decir te odio.

O tal vez hay alguien por ahí que alzó la mano,  y dijo sí. Aquí estoy, te odio.

Odio cada momento perdido contigo, cada instante.

Odio, cuando quise volar y tú me frenaste.

Odio, el saber que el ayer no volverá.

No puedo volver al ayer.

Solo me queda dejarte ir, y dar la vuelta

Me quedo con mi ego, agarro mis alas y nuevamente aprenderé a volar sin ti.

Tengo que creer con coraje y dejar de lado el miedo de que pueda caer.

Hoy quiero volar y ser feliz nuevamente, con esa sonrisa que arrasaba con toda prueba.

Quiero creer con esa misma tenacidad que desde mi infancia supere todos los obstáculos por mi cuenta.

Si bien es cierto que la vida te presenta muchas pruebas, consideraré que esta etapa es una de ellas.