“Lo del día y la noche el amor parece/ y entre ir y venir el olvido se da,/ aunque ni el día sabe por qué amanece/ ni la noche por qué se va”.
Yo era y te consta, poeta, enamorado, soñador,
con el corazón en cada letra ansioso vibrando;
creía – inocente o no – en la esencia del amor
y soñaba y me encantaba vivir así… soñando.
Siempre estaba presto para inventar una locura,
con mi demencia tan ligada a mis sentimientos;
dispuesto desde mi alma a crearme una aventura
tratando de adivinar el lenguaje de los vientos.
Pensaba en la magia que puede tener un abrazo,
en la grandeza de un beso que se da o se recibe.
Me gustaba caminar y reflexionar con cada paso
y mirar al cielo, porque ahí también se escribe.
Cerraba mis ojos para así imaginar e imaginaba
y los abría y seguía como si nada, imaginando…
No tenía límite, si me disponía a volar ¡volaba!
y escribía muchos poemas mientras iba volando.
Pasados los años claro, envejecí, mas no cambié,
soy un poeta que sueña, que siente, se enamora,
y el corazón aún vibra y las razones bien las sé...
late si el poeta ríe y sabe llorar si el poeta llora.
En el amor sigo creyendo, es muy firme mi fe
y sueño… siempre sueño, dormido o despierto;
aferrado a mi sentir, a lo poco o mucho que amé,
y dejo en mis versos del alma el corazón abierto.
No siempre descifro lo que los vientos murmuran,
pero en mis letras trato siempre de interpretarlos;
aún hay quienes a llamarme demente se aventuran
y ya yo hablé de mis locuras, no puedo culparlos.
Un abrazo muy sentido aún puede emocionarme
y un beso logra de inmediato erizarme la piel…
No sólo las palabras bonitas pueden endulzarme
y sabemos que lo único que endulza no es la miel.
No cambié, aún miro al cielo de vez en cuando,
a ojos abiertos o cerrados, eso poco me importa;
imagino en ocasiones que Dios me está mirando
y a veces me pregunto por qué Él me soporta.
Soy el humano, sensible a la paz, al sobresalto,
al que una flor hermosa o marchita lo distrae…
No cambié… envejecí pero sigo volando alto
y soy el poeta que despliega sus alas y no se cae.
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
Derechos reservados
Libro: http://goo.gl/YYLd72
Correo: [email protected]
Twitter: @poreros
Imagen: yo
- Autor: EROS (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2020 a las 11:39
- Comentario del autor sobre el poema: Cambia el cuerpo, pero el alma no, feliz día.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: Luna y Poesía, Vogelfrei, David Arthur, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios2
Es verdad que con los años vamos envejeciendo , pero nuestra esencia es lo que nos hace únicos...
En tu caso tu esencia se mantiene intacta a lo largo de los años, auténtica, y emana sensibilidad, paz, sinceridad, con un corazón poético y soñador, lo que te hace particularmente genuino...
Yo encantada de leerte siempre Álvaro José.
Muackss
Gracias mi vida, me hace bien verte en mi espacio, un beso.
Así sigues Álvaro, no cambias amigo.
Un abrazo en la distancia,
David
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