Canto a los hombres y a las armas...
A toda luz le sucede
una sombra.
A toda belleza le hace sombra
la fealdad.
A toda lumbrera se le opone
la oscuridad de la ignorancia.
A toda magia le secunda
lo invisible del descuido,
de la distracción atenta.
A toda alegría se le tiñe
con un baño de tristeza.
A toda lágrima, sea de alegría
o de pena, le precede una mueca,
un quejido largo y sedoso a veces,
otras fiero y rugiente.
A todo monstruo silente le sigue
el ruido delatante de un cacharro,
que a destiempo surge,
de entre los recovecos de un lavabo.
A todo tu amor descarnado le muere
el intento sosegado, a veces,
otras tormentoso y de arrebato,
de recomponer este rompecabezas
que es tu deseo y no el mío.
En ti confío su sepultura, ahora sintamos
el regusto lechoso que nos otorga
el momento... el dichoso momento.
Cierra despacio amor, cuando salgas,
que las vecinas oyen tras sus puertas,
y les delata el ansia de saber sin comprender
de qué va esta farsa, en qué consiste
el desdoro que se dibuja en sus solapas.
Tú calla, y obedece, que la tarde apremia
y el amor no tiene ganas, pero hagámosla
antes que nuestra historia anochezca.
Comentarios2
En nuestra dimensión es así.
¿Será ídem en otras dimensiones?
Un abrazo poeta
Habrá que descubrirlo. Otro de vuelta.
Excelente tu obra poética. Me llevas a recordar a Tersites en la Iliada. Sobrevivir con las dificultades, representa por demás, un acto de heroísmo, para cada uno de nosotros. Gracias por compartir tus magníficos escritos.
"En ti confío su sepultura, ahora sintamos
el regusto lechoso que nos otorga
el momento... el dichoso momento.
Cierra despacio amor, cuando salgas,
que las vecinas oyen tras sus puertas,
y les delata el ansia de saber sin comprender,
de qué va esta farsa, en qué consiste
el desdoro que se dibuja en sus solapas.
Tú calla, y obedece, que la tarde apremia
y el amor no tiene ganas, pero hagámosla
antes que nuestra historia anochezca."
Tersites es como el feo de la película, el antihéroe que todo protagonista necesita como es Aquiles, Odiseo, Menelao y Patroclo, el mismo que necesitó Don Quijote para encontrar su definición en Sancho.
Ahora que releo a tu través esta estrofa decido quitarle una coma. Ahora lo hago, aprovechando que vengo a la puerta a abrirte. Un abrazo siempre luz.
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