Con ojos así, ¿cómo duermes?
No me prives de ese momento,
de mirar tus ojos verdes;
que me curan por dentro.
¿Fue tu mirada,
la que me atrapó?
Me arropó de prisa;
y me despertó.
De un sueño profundo.
Del silencio;
de este mundo.
De mi infortunio.
Cuando menos lo esperaba,
entendí tus palabras.
Y te escribí esta carta,
sin querer que la abras.
No lamento estar lejos;
pues cada encuentro
es mas ameno,
y mas nuestro.
Dos mentes que se endulzan,
se atraen, y se entienden.
Sin querer se desnudan.
Sienten que se tienen.
Se hablan de amor,
sin tenerse realmente.
¿Y esta dulce tentación,
de quererte torpemente?
¿Dónde la escondo?
Si no es en aquel vacío,
que creamos orgullosos,
al seguir nuestros caminos.
¿De dónde has venido?
Si no es del reflejo,
de aquello no dicho,
de todos mis deseos.
Aquellas cosas que lamento,
con encanto las dibujas.
Y como un cuento,
me quitas tantas dudas.
Si me inspiras a escribir,
Qué más puedo yo decir,
de tí y de tu sonrisa,
que me da vida, si me miras.
- Autor: Tina Avakian ( Offline)
- Publicado: 16 de octubre de 2020 a las 14:48
- Categoría: Amor
- Lecturas: 118
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei
Comentarios2
Qué más puedo yo decir,
de ti y de tu sonrisa,
que me da vida, si me miras...
Muy lindo poema y gran final. Saludos.
Dos mentes que se endulzan,
se atraen, y se entienden.
Sin quererlo se desnudan.
Magnífica interpretación de sus sentimientos
Muy bonito
Con cariño
JAVIER
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.