“Sitio vestido de frac . . .”
Del tiempo, eternas edades
del Dios de las Tempestades,
de Mixcóatl, Dios de la Guerra,
de la Cacería certera.
Dios del sur sin luz solar,
Dios de la estrella polar,
en templos como el Mixteopan,
el Tzompantli, Mixcateopan.
Mixcoac, “Serpiente de nube”,
digno, presto al cielo sube
dando a Vía Láctea tersura
y al espacio esencia pura.
Mitológico mexica
cual “tromba” que no se achica,
antiguo, recio, genuino,
hoy, de orgullo citadino.
Pues, recordando el pasado,
en presente ha transformado
el origen de las cosas
históricas por gloriosas.
Como de dioses conjuro,
Mixcoac vela su futuro
con su juventud hermosa
preparada, enjundiosa.
Con su gente preocupada
por progresar, ocupada
en las colonias, los barrios,
del trabajo corolarios.
Por Nonoalco, Extremadura
Insurgentes, dicha pura,
en San Juan vestir de frac
por la Insurgentes Mixcoac.
Que no pierde el suave encanto
residencial que, con manto
campestre, de veraneo,
nos lleva sin devaneo.
A lugares transparentes,
a indolencia resistentes,
conservando tradiciones,
costumbres, como adicciones.
Paseos de un sentir urbano
con un “aire” campirano,
la magia de la provincia
en la Ciudad, que delicia.
Plaza Jáuregui, adoquín,
bancas verdes, el jardín,
árboles, vergel, natura,
ecología, más frescura.
Templete, kiosco redondo,
siempre abierto bien orondo,
rojas tejas, su herrería,
luce con coquetería.
Vigía del parque infantil
de ambiente alegre, sutil
delicia de los andantes,
viandantes y caminantes.
En su religiosa prisa
de llegar temprano a misa
al Templo Santo Domingo
de Guzmán, que saca el “pingo”.
Regio el Muro de La Paz,
foro de expresión audaz,
de célebres personajes,
de sosegados linajes.
Qué decir del Callejón
del Diablo que, con pasión,
se ve inmerso en la leyenda,
la alegoría, el mito, . . . senda.
En calles de la Campana,
de Augusto Rodin, lozana,
por Canova y Algeciras,
Actipan, donde respiras.
La Primaria Independencia,
infancia y adolescencia
por el saber, cual cimiento,
básico conocimiento.
Centro Cultural Juan Rulfo,
actividades en curso,
el arte se hace presente,
allí, la ignorancia ausente.
Mención aparte merece,
porque el que se instruye crece
y aquel que estudia no peca,
nuestra vasta Biblioteca.
Llamada Alfonso Lujambio,
que se adapta a todo cambio
sin oscurantismo alguno
en Goya cincuenta y uno.
Paso a la Universidad
Panamericana, lealtad
que va en pos de la excelencia,
humanidades, la ciencia.
Comida rica, exquisita,
nos espera, nos da cita,
en el Restaurant “Los Arcos”,
los portales dignos marcos.
De tan lindo pueblo viejo
de recuerdos, tan añejo,
donde creció Octavio Paz
gran autor, poeta y más.
Donde Gabriela Mistral,
escritora magistral,
hiciera uso de la pluma
para el lirismo, fortuna.
Don Alfonso Ruiz Cortines
se afincó en dichos confines,
brindemos con fino brandi
por Fernández de Lizardi.
“El Periquillo Sarniento”,
se los juro, yo, no miento,
nació a la literatura
en Mixcoac, letras de altura.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Mixcoac, Ciudad de México, a 17 de octubre del 2020
Dedicado al C. Lic. Francisco Pérez Habib, apasionado, enamorado, de su lindo Mixcoac . . .
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
- Autor: Gonzalo Ramos Aranda ( Offline)
- Publicado: 17 de octubre de 2020 a las 23:00
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei
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