La nieve, siempre la nieve
que nos anuncia el invierno
bajando mientras se hamaca
para llegar hasta el suelo.
Que envuelve gente y paciencia
mientras gorriones que vuelan
buscan bichos escondidos
delante de mi ventana
entre las ramas del pino
que vemos desde la casa,
mostrando pasto y objetos
cubiertos de nieve blanca.
Silencio se hace en la nieve,
no se escucha cuando cae,
solo baja en el paisaje
dejando su manto enorme
como una nube gigante
que cubre tan delicada
el suelo lleno de hojas
que el otoño nos dejara
en su pasar importante,
mientras acaricia fría
la cara llena de arrugas
de la piel del caminante.
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