Sherezade

Alberto Escobar

 

Que tu ejemplo sea
hilo de pólvora
de futuras generaciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No solo te fue salvadora tu cultura libresca,
tu conocimiento de gentes e historias,
sino que puso en jaque la codicia del califa,
la sed de venganza mezclada de sexo
cual fuera una amantis religiosa hombril.
Tu inteligencia te fue salvadora, también.
Supiste dosificar cual pipeta maestra
las dosis de tus elixires
para mantener el encanto de la bestia,
bestia sedienta de sangre y semen,
bestia que se enzarzó en una zarzamora
maraña de locuras y vicios
que dejarían mal parado al simpar Quijana,
en una irrealidad que desdeña la del molino
de viento, quedando esta en una chiquillería
de esas que gastan los infantes de plaza.
Tu capacidad de intriga se ofrecía a la historia
de la ficción como el suspense de Hitchcock
—avant la lettre—, como las espadas
en todo lo alto que pretende el consejo
publicitario de una emisión televisiva.
Ella ya lo hizo allende el tiempo
con una docencia y habilidad que excedían
—de largo en leguas— la perspicacia
del minotauro que yacía en su torno,
sustrayéndolo a la postre del manjar
de su cuerpo y de los cuerpos vibrantes
y opulentos de la ciudadanía femenil
que se asentaba en sus contornos.
Fue una muestra de valentía y agudeza
sin pares en la mentira de los libros.
Vaya este homenaje a una gran dama,
y señora, Tesea entre chilabas y alcoranes.

Ver métrica de este poema
  • Autor: Albertín (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 20 de octubre de 2020 a las 06:38
  • Comentario del autor sobre el poema: A mi juicio fue una de las primeras mujeres de ficción que se enfrentó al patriarcado con las herramientas más efectivas que cabe imaginarse.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 57
  • Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, Willie Moreno, jose S.W.
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Comentarios +

Comentarios3

  • ..........................

    Un gusto leer, como siempre, su magnífica obra. Muy ingenioso el método que utilizó para superar las dificultades de la época. Y sin duda, Sherezade, salió ganando en su momento, enfrentada a semejante época y personaje. Ser un ejemplo, claro que sí.

    "Supiste dosificar cual pipeta maestra
    las dosis de tus elixires
    para mantener el encanto de la bestia,
    bestia sedienta de sangre y semen,
    bestia que se enzarzó en una zarzamora
    maraña de locuras y vicios
    que dejarían mal parado al simpar Quijana,
    en una irrealidad que desdeña la del molino
    de viento, quedando esta en una chiquillería
    de esas que gastan los infantes de plaza."

    • Alberto Escobar

      Creo, leyéndome a través de ti, que el regusto del Quijote radiofónico, amén del literario, se deja sentir en el estilo. Se me ocurrió todo esto como forma de reivindicar otras formas de luchar contra el mismo gigante. Otro abrazo y mil más Lucía

    • Carlos Eduardo

      Si bien las comparaciones tienden a ser odiosas, en este caso vindica una literatura sin par despertando al lector, que hay mucho por aprender.

      Bien Albertin, lo mejor

      Un abrazo

      • Alberto Escobar

        Me alegro de que te guste. Un saludo Toki

      • Willie Moreno

        Excelente relato amigo Alberto. Resaltando magníficas obras y personajes dignos de admiración...

        Abrazo y bendiciones.

        • Alberto Escobar

          Gracias por tus palabras y visita Willy. Un abrazo



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