A los perezosos vaya una loa

Algo muy contrastante
quiero hoy conmemorar,
un poco para recordar
que ocio hay abundante,
en este mundo urticante
donde priva la pobreza,
dirán qué mal de la cabeza
o mi déficit es el alimento,
no estoy loco de contento
ni sufro del mal de pereza.
Imagen: Escultura del perezoso en Chipre Manizales – Colombia
Es tan, pero tan perezoso, que la pereza no le permite vestirse.
Iba a hacer lo propio, a colocarme desnudo a su lado,
pero el frío es intenso en Manizales y no quise exponerme a agarrar un catarro,
además la policía allá no come cuentos de desnudos artísticos.

A algún perezoso,
no le gusta ser tan tonto,
si su pereza vá a un porvenir impetuoso,
si su acción estará en pereza muy pronto,
si su corazón es fabuloso,
sin traslación será su cuerpo,
o como el mismo tiempo,
en que casi se derrumba la pereza,
y será como una cereza y en su mano una cerveza...
Zoraya (EMYZAG)

perezosos el gobernante
perezoso el empresarios
perezosos que hacen daño
y no le importan los de abajo
los de abajo que con trabajo
construyen un futuro con sus manos
trabajadores de poco sueldo
que apenas si ganan unos centavos
perezoso el gobernante
perezoso el empresario
perezosos que hacen daño
y no le importan los de abajo
laboriosos el artesano,
y el que trabaja el suelo a diario,
laboriosos los maestros,
educando niños en algún lejano campo

Loados sean los ricos,
los perezosos sin pena,
usando candenas de oro
que se le hacen de buenas,
los que de pena me llenan
la conciencia de mi alma
por no tener que hacer nada
si de pereza la pasan
de tanto en tanto cantando
las canciones de la caza
cuando todo lo que hacen
es saber que no hacen nada.
Lucy Quaglia

La pereza límites no tiene
superar a cualquier cosa
nos invade el cuerpo
y sin ganas nos deja
Ya no sé qué más escribir
pues la pereza me invadió
acá terminó lo que iba a escribir
pues la pereza gano
Lizbeth (Liz)

Un poco de pereza es buena
demasiado no vale la pena,
el ocio sin medidas, es soso,
mejor ser un buen perezoso
calibrando los momentos de reposo.
María Isis