Detrás de ti,
Iré. No hay duda.
Tarde o temprano.
Nos llama ese camino.
Ese tramo final.
En la cual todos;
Nos encontramos.
Allí, lograremos, finalmente;
Darnos un abrazo.
Un abrazo para siempre.
En los brazos apasibles,
De la muerte.
Ciertamente,
No debemos temerle.
Sin embargo, quiero que sepas.
Te soy honesto:
Le temo. Temo morir.
Temo, estar ausente.
Y aunque sienta temor,
No me averguenzo...
Cierto es que,
Doblega al mas cobarde.
Y en sus brazos,
Termina el mas valiente.
Mientras eso ocurra,
Valiente camarada...
Esperame al final de esa jornada...
Mientras avanzo un poco..
En el hastío...
Por que, en cada dia que pasa.
Se apresura su llegada...
La negra niña,
Diosa consagrada.
Aquella que, realmente es eterna.
No es impaciente. Tiene espera.
Nos espera hasta el final de nuestras vidas..
Entretanto, de rato en rato.
Prometo cuidar de los muchachos.
De los gallos, de los perros,
Y de los gatos....
No temas a irte sólo, a la nada.
No temas que al final,
La vida no es mas que la muerte consagrada.
Todos estamos en lista:
Solo, contestamos a esa llamada...!!
Mvictor.
Oct 2020
D.autor.
A la lucha, de un familiar a una enfermedad terminal...
- Autor: Victor Manuel Velásquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2020 a las 12:59
- Comentario del autor sobre el poema: ...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 65
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei
Comentarios1
Detrás de ti,
Iré. No hay duda.
Tarde o temprano
nos llama ese camino.
Ese tramo final.
en el cual todos
nos encontramos.
Allí, lograremos
darnos un abrazo.
Un abrazo para siempre
en los brazos apacibles,
de la muerte.
Ciertamente,
no debemos temerle.
Sin embargo, quiero que sepas.
te soy honesto:
le temo. Temo morir.
Temo estar ausente.
Y aunque sienta temor,
No me avergüenzo...
Cierto es que,
doblega al más cobarde.
Y en sus brazos,
termina el más valiente.
Mientras eso ocurra,
valiente camarada...
espérame al final de esa jornada...
Mientras avanzo un poco..
en el hastío...
Por que, en cada día que pasa
se apresura su llegada...
La negra niña,
Diosa consagrada.
Aquella que, realmente es eterna.
No es impaciente. Espera.
Nos espera hasta el final de nuestras vidas.
Entretanto, de rato en rato,
prometo cuidar de los muchachos,
de los gallos, de los perros,
y de los gatos....
No temas a irte solo a la nada.
No temas que
la vida no es más que la muerte consagrada.
Todos estamos listos:
¡Solos, contestamos a esa llamada...!
Saludos poeta
Es un placer saludarle, amigo Poeta.
La verdad, le agradezco muchísimo su aporte.
Sin lugar a duda de extraordinaria valía.
Abrazos.
Víctor
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