Es tan grande el dolor que las letras ya no me consuelan, es tan grande la herida que la música perdió su color, es tan cruel la vida que me castiga con más tiempo; pesar, suplicio, tortura, es todo lo que brota de mis entrañas es un cimbrón de pesares.
En mi gruta húmeda y solitaria se propagan los ecos de los llantos y los suspiros afónicos envueltos en recuerdo.
Cierro los ojos y todo lo que veo son calles oscuras que ya no visito, la banca del parque donde nos despedimos, la iglesia que siempre odiaste, la taberna donde te desahogaste.
Dos mil trescientos setenta días han pasado, las solas letras ya no me consuelan. Se agita mi mente y evoca tu nombre, tu aliento, tu deseo, tus ganas de ser, de sentir, de placer, de éxtasis.
Vociferan dentro de mi los tormentos y lo único que hago es quedarme en mi gruta.
Paulina Dix
- Autor: Paulina Dix (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2020 a las 19:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei, Lualpri
Comentarios1
Paulina Que malo es saber que tus letras sean una pesadilla, te acuerdas de mi,en esas preguntas que fui contestando una a una,leelas a ver si te alivian, lo siento por lo que estas pasando.
Un beso cariñoso.
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