No perdono
tanto como quiero.
Destino incierto el de mi camino.
Secreto inmortal, calla en mi lucero.
No hay paz
en mi sendero.
Camino rendido ante tus mentiras.
En el vaivén que recorro
solo encontre almas
perdidas y atrapadas
en su ayer. Eh visto esencias disfrazadas
por encajar entre las masas.
Soy aquel niño de piel del que reverbera
este
dolor sin gracia.
- Autor: Eduardo Contreras Contreras ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2020 a las 00:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei
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